18 Cuerdas cosechando un nuevo disco
El ya célebre trío sanmartiniano acaba de lanzar El sueño de la Vendimia, una nueva y esperada placa discográfica
La vitivinicultura se basa en algunos pasos muy puntuales como preparar el terreno nivelándolo, plantar la cepa elegida, cuidarla toda la vida con la ardua tarea que esto requiere, soportar los distintos avatares de la naturaleza, esperar con ansias y esperanzas la cosecha y lograr como resultado el mejor vino.
Trazando una analogía con la vida artística de 18 Cuerdas encontraremos muchos puntos en común, los que se ponen de manifiesto una vez más con la reciente edición de su nuevo disco.
Nivelar el terreno
El trío instrumental y vocal, que cuenta con más de 30 años de historia, se integró con músicos que ya venían fogueados de dos grupos que también dieron que hablar en la región. Raúl Vega en primera guitarra y Roberto Merletti en segunda guitarra venían de Las Guitarras Mendocinas. Oscar Domínguez en guitarrón y voz lo hacía de Los Reales.
La técnica clásica en el uso de todos los dedos de Vega, sumada a la técnica cuyana del toque con la púa de parte de Merletti y la base sólida del guitarrón de Domínguez dio como resultado un sonido tan particular como propio.
Elegir la cepa
Una vez listo el terreno eligieron una propuesta artística basada principalmente en el instrumento como protagonista, aunque sin descuidar lo vocal.
Esos tres brillos y colores distintos ya detallados que cada uno aportaba le dio una personalidad muy marcada. Ya plantados como trió solo había que ponerse a trabajar.
El cuidado de la planta
Cuando la cepa empezó a dar los primeros brotes se dieron a la tarea de cuidarla con mucho esfuerzo, amor y desvelos. Como quien limpia todas las impurezas, saca la maleza y la riega con mucho sudor y lágrimas, 18 Cuerdas definía y protegía su sonido. Así la planta crecía y crecía.
Soportando distintos avatares
Pero la naturaleza, en este particular la humana, se empeña en hacer difícil el camino a transitar. Con la tozudez propia del labriego que sabe levantarse de heladas, pestes y granizadas, los compadres se reinventaban ante todas las dificultades propias de ser “artista local”.
No fue fácil, pero en su propia historia fueron dejando 4 discos que mostraban una llamativa y admirable evolución. Hablándole de mi cuyo (1984), El amigo que hoy necesito (1987), Tangos en perspectiva (2007) y Trovador del rocío (2007), éste último junto a Pablo Salcedo.
Conclusión: las dificultades solo se sortean con más esfuerzo.
Tiempo de cosecha y vino
Y el sueño vuelve a hacerse realidad. La cosecha llegó nuevamente después de una larga espera. Hoy el trío cortó en el punto justo de maduración el mejor de los racimos musicales, El Sueño de la Vendimia. Una nueva placa con 14 temas de variado origen, sin descuidar lo cuyano, que nos muestra una vigencia en el más alto nivel.
Y el vino logrado es de lo mejor. Parafraseando a don Félix cuando dijo: “tengo un vino de tres hojas…”, 18 Cuerdas nos presenta un “blend” equilibrado y de alta complejidad y calidad sonora basado en ese brillo y color que Vega, Merletti y Domínguez maceraron con el tiempo en la buena madera de sus corazones guitarreros.
Este disco marida perfectamente con el alma y el espíritu del ser humano sensible a lo mejor de la vida.
Brindemos con él por el éxito de esta nueva vendimia.
Por Roberto Mercado
romercado1962@yahoo.com.ar
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