Viviana Castro, “La Calandria Sanjuanina”
El 28 de agosto de 1930, en la localidad de Concepción, provincia de San Juan, República Argentina, nace Viviana Castro, hija de don Félix Belisario Castro y de doña María Juana Flores. Al poco tiempo de haber nacido, la familia se traslada a la localidad de Trinidad. Allí es donde la niña creció y vivió siempre. Sus estudios primarios los curso en el Colegio de Nuestra Señora del Tránsito, luego completo el secundario en la Escuela Nacional Nº 78.
Biografía de Viviana Castro, “La Calandria Sanjuanina”
Por Andrés Hidalgo
Desde temprana edad Viviana mostro grandes actitudes por el canto. Apenas con cinco años ya entonaba algunas canciones, con las que deleitaba a sus padres, amigos y vecinos que, al escucharlas, quedaban sorprendidos por la calidad de la intérprete. ¡Bueno! no era para menos, la niña había heredado de su padre la pasión por la guitarra y el canto. Don Belisario Castro era un buen guitarrista y cantor.
Viviana nunca concurrió a un conservatorio para estudiar canto o guitarra, es autodidacta, todo su arte lo aprendió de la vida. En cualquier reunión donde había que cantar, ella estaba presente; en fiestas familiares, en el colegio o en eventos realizados allá en su barrio de Trinidad. Pero, todo no le fue tan fácil, Viviana tuvo que soportar siempre la presión y las críticas de sus hermanos: Marcos, Juan Esteban, Victorio, Julio Cesar e Isidro. Ellos a pesar de quererla mucho, no querían que cantara, permanentemente la subestimaban, quizás por celos, por ser su hermana mujer y la menor. Pero esto pormenores no le impidió seguir su pasión por el canto.
En 1948 queriendo demostrar sus cualidades artísticas se presento por primera vez en forma profesional en LV1 Radio Colón de San Juan, tenía ya 18 años. Después de dar una prueba, el director de la Radio don José Luis Rocha le ofreció su primer contrato artístico como cantante estable de la emisora. Fue acompañada por las guitarras de Escobar, Ezcurra y Garramuño, y cuando no había guitarristas cantaba igual, acompañándose con su propia guitarra. Cabe recordar que era la época de oro de la radiofonía en Argentina, como también cabe aclarar que era una época predominantemente machista, todos los escenarios y eventos artísticos estaba copados por hombres. Pero, según Viviana, esto no afecto en nada a su carrera y tampoco sufrió discriminación alguna en los escenarios.
Paralelamente a su carrera artística, trabajaba como gráfica en el Boletín Oficial, (allí se jubiló). Este trabajo lo desempeñaba hábilmente porque lo había aprendido de su padre, que era también empleado gráfico allí. Este medio le dio estabilidad económica y le permitió vivir para la música y no de la música.
En 1949, tuvo la oportunidad de cantar en Buenos Aires, pero sus padres, aduciendo que no era bien visto que las mujeres solteras viajaran solas, se lo impidieron. Por mucho tiempo esta gran intérprete se mantuvo recorriendo los escenarios de su provincia. Varios años después, cuando murieron sus padres, pudo hacer giras y cantar por todo el país. Esto demuestra que Viviana siempre estuvo muy apegada al ámbito familiar, aceptó con respeto siempre la opinión y deseos de sus padres.
Cuando Viviana Castro queda sola
Cuando se queda sola, sin la presencia de su madre, última en fallecer, se fue a vivir a la casa de unas amigas del vecindario, las hermanas Perona, Alba, Rosalba y Nidia Enoe, que también habían quedado huérfanas. Desde entonces Viviana vive con Nidia Perona, amiga y hermana adoptiva inseparable. Su forma de ser, su carácter ameno y sincero le permitieron estar siempre rodeada de amigos hombres. Esto le facilito en su carrera a animarse y cultivar el folklore de su provincia, siguiendo el camino de Julia Vega, Arcelia Castro y Carmen Nogues.
En 1950 ya estaba considerada una de las intérpretes más representativas del folklore cuyano. Sus actuaciones abordaban fiestas, veladas, guitarreadas y serenatas; la mayoría de los folkloristas que cantaban con ella quedaban maravillados por la expresividad, por la forma de entonar una cueca o una zamba, y también por la creatividad espontánea que tenía para hacer un cogollo en una tonada.
Con su presencia nadie se aburría, siempre se destacó por su buen humor, su capacidad interpretativa, valores que le permitieron el apodo de la “Calandria Sanjuanina” puesto por don Jorge Darío Bence, “el Aparcero sanjuanino”.
Sus grabaciones
Muchas de las canciones que se escuchaban de esta gran intérprete eran copias obtenidas de grabaciones hechas en radio. Viviana Castro graba su primer larga duración (LP) recién en 1980. El título de este disco es “Viviana Castro Cantando”. También graba en Discos Súper Trino “La Voz Cuyana de Viviana Castro Canta a las Madres”, acompañada con las guitarras de Ernesto Villavicencio, Norberto Pereyra y el guitarrón de Copete Balaguer. Luego grabo en CD: “Viviana Castro - Canto Emoción de Mujer”, con la guitarras de Enrique Barrera, Patricio Álvarez y los arreglos de Raúl Rubilar.
En el año 2003 grabo en CD: “Viviana Castro - Un gran Gusto” con la participación especial de Los Cantores de Quilla Huasi en homenaje a Oscar Valles, cantando Cacho de Cuyo, zamba de Lito López. En esta oportunidad fue acompañada por las guitarras de Enrique Barrera, Patricio Álvarez, Alberto Becerra, en guitarrón Mauricio Manrique y en piano Paulo Carrizo. También grabó en colaboración con otros artistas y participo en programas de Televisión como “El Gran Debut”.
Desde 1958 gran parte de su carrera artística fue acompañada musicalmente con las guitarra del recordado Ernesto “Negro” Villavicencio, Enrique Barrera, Alfredo Distefano, Norberto Pereyra, Patricio Álvarez, Abelino Cantos, Raúl Rubilar, “Copete” Balaguer. Todos amigos, escoltas de su canto cargado de festivales y trasnochadas.
Referentes folklóricos
En 1952 en Radio Colón de San Juan Viviana tuvo la oportunidad de conocer al poeta huaqueño Buenaventura Luna en su programa radial titulado San Juan y su vida. Allí ella canto dirigida por el propio Luna. Cuenta que antes de actuar, Luna le impartía algunas indicaciones, y que para eso ambos tenían que charlar y ponerse de acuerdo. Él le indicaba en qué momento del programa ella entraba, también le indicaba la forma en que tenía que cantar una zamba, y así ella la cantaba. Sin duda alguna, Buenaventura Luna fue un gran director dentro de la radiofonía sanjuanina y por supuesto de toda nuestra Argentina.
En otra oportunidad compartió una charla junto a Atahualpa Yupanqui, gran autor y compositor, creador de una obra maravillosa para nuestro folklore. Sus autores preferidos fueron: Félix Dardo Palorma, Buenaventura Luna, Carlos Montbrun Ocampo, Ernesto Villavicencio y Raúl de la Torre. Siempre interpretó canciones de ellos. Pero su repertorio fue tan amplio que incluía no sólo folklore cuyano; también, se animo a cantar chamamé, guaranias y más tarde tangos, boleros y valses peruanos. Queda mucho hilo en el carretel, ya hablaremos de los premios, de sus anécdotas, amigos y más cosas. Aquí nos canta “Cacho de Cuyo” en homenaje a Cacho Valles.
Fuente: http://argentinafolkloreyprovincias.es/Argentina-Folklore.-Viviana-Castro-La-Calandria-Sanjuanina/538
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